Las instalaciones de fontanería eran muy diferentes a las actuales. Para
el agua potable se usaba tubería de hierro con piezas roscadas (tes,
codos...).
Se necesitaban roscadoras (Terrajas) para unir el tubo y sus accesorios.
Era un trabajo que requería gran precisión y un gran esfuerzo físico...
sobre todo para los aprendices, los cuales iniciaban su andadura
profesional dedicando largas horas a la ingrata tarea de sacar roscas a
los tubos de hierro.
Los tubos que requerían una forma curvada (ramalillos de cisterna, para
contador, para grifos..) se hacían con tubo de plomo de 15 ó 20 mm a los
que se soldaba unos racores de latón.
Estas soldaduras se realizaban con sopletes de gasolina
Los desagües se hacían con tubería de
plomo. Para dar la curvatura deseada al tubo, antes debía llenarse de
arena .
El agua caliente procedía de las cocinas de carbón ("Económicas")
imprescindibles en todos los hogares. Lo mas habitual era que tuvieran
dentro un pequeño deposito con un grifo exterior del que se sacaba el
agua caliente, que luego se llevaba en un recipiente hasta el fregadero,
el lavabo o la bañera. Las cocinas de carbón mas sofisticadas calentaban
el agua dentro de un deposito interno (Paila)
a través del cual circulaba el agua corriente, lo que permitía disponer
del agua directamente en el fregadero, el lavabo o la bañera.